sábado, 16 de junio de 2012

Una experiencia de Desarrollo Organizacional con los Partidos Políticos en la República Dominicana

En las próximas líneas voy a tratar de empacar algunas de las más excitantes experiencias que he tenido últimamente en relación al desarrollo organizacional. Les garantizo que este aprendizaje les encantará, tanto como a mí, pues los beneficios de esta experiencia pueden llevarlos a sus organizaciones. Pienso que todo esto se hace más fascinante al considerar, que al día de hoy, diez y seis de junio del año dos mil doce, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) está jugando con su potencial desaparición del escenario político dominicano como la fuerza electoral equilibradora de la democracia política dominicana.

En el transcurso de dos años (2009-2011) estuve involucrado en el PROGRAMA DE FORMACION Y GERENCIA POLITICA (USAID, Participación Ciudadana, INTEC, UNIBE) en la República Dominicana. Fui contratado para dirigir un programa que tenía como intención darles tutoría a los estudiantes del programa (todos miembros y líderes de los partidos políticos de la República Dominicana) en su trabajo final.   Como consultor experimentado, pude percibir que staff gerencial del proyecto estaba claro que quería producir un tipo de proyectos que proveyera a los partidos políticos y a las organizaciones de la sociedad civil, vía sus miembros y líderes, con instrumentos impactantes que a mediano y largo plazo les permitiera introducir a sus organizaciones nuevas herramientas, destrezas, habilidades y competencias. En realidad, no había que inventar nada nuevo pues el NDI o National Democratic Institute había hecho los estudios institucionales previos que permitirían comunicar y educar rápidamente a los participantes del programa esas herramientas requeridas para lograr una democracia política participativa, así como  las estrategias de su implementación en cada una de sus organizaciones. La clave de la implementación del cambio estaba centrado en el trabajo con tres principios claves: la institucionalidad, la transparencia y la democracia interna (NDI). De estos principios claves se desprendían un conjunto de acciones y prácticas claves que eran necesarias introducir en las propuestas. De entrada, identificamos espacios en blanco que de alguna forma había que insertar para que se incrementaran los factores de éxito, e.i, para que una propuesta fuera efectiva algún líder importante o alguna estructura partidaria o comité ejecutivo debía asumir la propuesta para que fuera implementada.

¿De que se trataba eso que se llamo tutoría?

A los estudiantes se les requería elaborar un proyecto o trabajo final que perseguía  alcanzar soluciones creativas e innovadoras en el área de fortalecimiento de sus partidos u organizaciones. Para la ejecución de este proyecto o trabajo final se creó una plataforma de tutores que trabajaran directamente con los grupos. Los tutores utilizaban diversos conceptos, técnicas y herramientas de fortalecimiento institucional que permitían identificar y formular propuestas para superar los obstáculos que se le presentaban a los partidos y a las organizaciones a lo largo de su camino. Los estudiantes eran considerados como agentes activos de cambio que hacían vida al interior de los partidos u organizaciones, que podían y debían ayudar a promover y catalizar cambios institucionales dentro de sus organizaciones.

Este proyecto permitía a los estudiantes proponer acciones o propuestas de mejoramiento orientadas al fortalecimiento de la democracia interna, vía la creación o mantenimiento de las estructuras partidarias o institucionales; así también podían hacer propuestas para fortalecer la transparencia, o el ejercicio abierto y democrático, de cara al ciudadano de los manejos administrativos y sobre todo de los recursos financieros; y finalmente proponer estrategias o acciones para consolidar la institucionalización, o la creación o mantenimiento de la normativa o los estatutos que permitan el establecimiento de pautas, normas y valores democráticos.

Por la naturaleza del trabajo de tutoría se requería que los estudiantes trabajasen en grupos, poniendo así a prueba sus habilidades y destrezas de liderazgo, de trabajo en equipo, de manejo de conflictos,  y así mismo ponían a prueba la apropiación de los valores tales como cooperación, tolerancia, transparencia, tan importantes para gerencia política moderna.

Por otro lado,  el tutor orientaba a la clase para que estuviera en capacidad de identificar un problema o situación que se pudiera mejorar al interior de los partidos políticos u organización de sociedad civil de la que eran miembros. La dinámica se fundamentaba en la utilización de una variedad de cuestionarios que los ayudaban para tales propósitos.

Los criterios que se utilizaban para darle el visto bueno al tema elegido eran:

•             El impacto sobre la mejora y modernización en la organización (Partido Político u OSC) en donde se realizaba la propuesta.

•             La Factibilidad y/o viabilidad de las soluciones propuestas. Se evaluaba como positivo la posibilidad de que las propuestas fueran acogidas e implementadas por la organización.

•             Se consideraba altamente positivo el aval o respaldo que líderes y/o directivos ofrezcan a la realización del Trabajo o Proyecto Final.

Técnicas y Estrategias de Elaboración de las Propuestas

1.       Identificar las causas del problema estudiado

Una vez determinado el problema a estudiar, los estudiantes se enfocaban en las causas del problema. Una de las técnicas de mayor utilidad fue el Árbol de Problemas. Así mismo y dependiendo de las particularidades del grupo el tutor les estimulaba a que utilizaran otras herramientas.

2.       Analizar el Problema estudiado

Luego para analizar los problemas primero se debía buscar las causas.

3.       Estrategias de Implementación

Los participantes debían identificar formas viables para que se solucionaran los problemas con acciones concretas.

Las organizaciones de la Sociedad Civil y su relación con los Partidos

Al Programa de Formación Gerencia Política (PFGP) le interesaba promover la agenda de las organizaciones de la sociedad civil en los partidos políticos, y trató de fortalecer la relación partido y sociedad civil para lo cual sugerimos la utilización de un esquema práctico de la planificación de la incidencia política. Con este esquema de intervención los participantes pudieron trabajar analizando y priorizando los problemas, elaborando las propuestas, identificando quien podía decidir, y quienes influenciaban, y al final elaboraban un plan de acción apoyado por el Manual de Planificación de la Incidencia Política, elaborado por la cooperación canadiense, Gems, y otros.

Después de trabajar cinco años con un enfoque de capacitación o educativo actualmente estamos enfrentados ante el dilema que pone al sistema político y al sistema de partidos en una difícil situación, por eso pienso que mi pregunta sigue siendo apasionante: 

¿Qué tan efectiva puede ser una intervención de desarrollo organizacional?